domingo, 19 de agosto de 2012

Análisis de las opciones que brinda la legislación venezolana a las Pymes en materia de marcas. Impacto del retiro de Venezuela de la Comunidad Andina



Análisis de las opciones que brinda la legislación venezolana a las Pymes en materia de marcas. Impacto del retiro de Venezuela de la Comunidad Andina 



La habilidad competitiva es el resultado de una evolución en planificación estratégica, el cual existe más o menos divulgado en las grandes organizaciones. En el tema de la pequeña empresa resulta incierto conversar de valores, misiones y objetivos indispensables, pues ello no suministra mayores conjeturas sobre lo que se debe originar y en qué cantidades, o sobre cuáles deberían ser las tareas que se corresponden llevar a cabo para sobrellevar la estrategia competitiva de la empresa; en fin, no suministra instrumentos para saber cuáles son las prioridades, cuáles son los criterios de competitividad de los mercados en los que se opera, o se desea operar, y cómo inciden estos criterios en el sistema de manufactura de la empresa. 


Para una PYME, tanto en su circunstancia permanente, como en su período de tránsito hacia la conversión en una empresa grande, la disminución continúa de sus costos de operación, producción, mercadeo, ventas, administración y finanzas establece una acción irreemplazable. Comprimir cada vez más los costos totales de la evolución de la organización es una de las rutas más despejadas para desarrollar los márgenes de ingresos, en particular cuando la capacidad de estratagema para determinar precios es avasallada, ya sea por el prototipo de mercado que se atiende o por la dependencia que se tiene de un cliente poderoso. 


Las PYME obedecen, en mayor providencia que las grandes asociaciones, de un entorno de actividades comerciales y empresariales les condesciendan aprobar a los recursos en circunstancias competitivas. El perfeccionamiento de la economía de mercado exhorta, por tanto, de la expansión del mercado de los componentes de manera que los haga comprensibles incluso para las unidades fructíferas de menor duración. 



Las estrategias de conciliación han estado destinadas a desarrollar la libre competitividad a través de la liberalización de los mercados y la disminución de posibles distorsiones en su actividad. 


Para que un conjunto de mercado asuman un perfeccionamiento eficiente y sean instrumentos para una inmejorable administración de los recursos, son necesarias unas condiciones básicas como la objetividad de un ambiente gubernamental y regulatorio proporcionados para la libre concurrencia competitiva de todos los agentes económicos; la presencia de una concentración crítica de influyentes, es decir, un número suficiente de proponentes y solicitantes de productos y servicios, que conforman el entorno institucional y de negocios, y que está desarrollado mayoritariamente por compañías de tamaño intermedio; y la disposición de acceso a los componentes por parte del conjunto de las empresas, independientemente de su duración.

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